"Loba Esteparia" "Teatro Mágico, no para cualquiera, entrada sólo para locos..."

martes, febrero 09, 2010

“Absurdamente seria”




"El mundo se ha convertido en algo mortalmente, absurdamente, serio".

Witold Gombrowicz




Hace tiempo escribí acerca del “Homo Ludens”, “El hombre que juega”, escribí acerca de que se dice que todo es juego, que el juego está vinculado a la risa y a la excitación. Dije eso de que no hay vicios que abandonar, sino sensaciones por descubrir, que no hay necesidad de arrepentimiento, sino ebria existencia. Que hay que ensayar y vivir, fluir como si fuéramos agua.
¿Pero qué pasa cuando te contagias de severa realidad? ¿Qué pasa cuando sin querer te entrampas en un terreno lodoso prohibido para los juegos y en vez de fluir como agua fluyes como lodo? Como alguien me dijo alguna vez, es como si alguien hubiese puesto una trampa a los jugadores, una trampa en ese terreno en donde solo la manipulación es el juego por ley, y cuando te contagias de todo eso y caes en la trampa ¿existe espacio para jugar como forma de aprendizaje? ¿O jugar simplemente como forma de complacerse?

Hoy algo anda mal, por estos días míos algo anda mal, pero me ha costado definir con exactitud qué es, repudio el ceño fruncido por más tiempo que las risas, repudio ese remolino nervioso en el centro del cuerpo en vez de la cosquilla en forma de vuelo mariposil, repudio la agresión en vez de las caricias, repudio la contención de las lágrimas en donde sólo debe haber contento. Hoy, a raíz de nada y por causalidad creo entender y detectar el epicentro de mi propio terremoto, el problema es que he dejado de jugar, como dice Gombrowics, “El mundo se ha convertido en algo mortalmente, absurdamente, serio” y yo me he contagiado de esa seriedad. Hoy puedo sacarme el lodo de los ojos y puedo darme cuenta que caí en la trampa. Estoy envuelta en pura realidad y me siento “absurdamente seria”. Debo volver a jugar, volver al desafecto con la neurosis que provoca el día a día. Debo volver a soñar y creer que pateo nubes, con un pie en la tierra y el otro en el borde de la tierra. Quizás en un principio volver a jugar ya no signifique sólo estar vinculado a la risa y a la excitación como para dejar solamente la vida volar, sino que quizás sea la necesidad de jugar para poder construir un reducido espaciotemporal donde poder sobrevivir, física y anímicamente. Aunque debo admitir que no me gusta la sobrevivencia, me gusta la vivencia, que no es lo mismo. Hace muy poco tiempo dije que la vida es un acto de resistencia y de re-existencia ¿Qué pasaría si nos rindiéramos a las crudezas que significa estar vivo? Cuando te rindes respiras sólo para sobrevivir. Cuando te aferras a la lucha la vida tiene más sentido.


Escrito los primeros días de Diciembre 2009.



posted by María de Magdala at 5:52 p.m. 5 comments